Hay historias que uno no quieren que estén escritas, porque al leerlas sentimos que nos han arrebatado una parte de nuestra humanidad. Es entonces cuando no queremos dejar de leerlas, porque ansiamos que el mundo recupere su equilibrio. La desaparición de un niño en un territorio aislado y hostil, la acusación de una ciudadana ejemplar de un crimen que nunca hubiéramos pensado, la desaparición de un niña en medio de una investigación de narcotráfico en unas marismas. ¿Cómo consiguen nuestros autores asomarnos a lo impensable? En este encuentro sin duda darán satisfacción a nuestras dudas, y nos obligarán a seguir leyendo.