Hay autores valientes, que se atreven con cualquier cosa. Son autores que conocen, en este caso, el funcionamiento del thriller policial, pero que toman la decisión de enviar a sus protagonistas más allá de las fronteras habituales. A veces estas fronteras son físicas, y nos llevan de la mano a conocer la parte oscura de la segunda parte del siglo XX en latinoamérica. A veces nos llevan a establecer hipótesis sorprendentes sobre el caso más importante en nuestro país, treinta años después. En cualquier caso, ellos nos contarán cómo estiran (o no) su ficción.