«No he bebido alcohol en mi vida, soy el rarito del gremio»

Rafa Melero Rojo nació en Barcelona, ​​en 1972, pero vive en Lleida desde los dos años.
En 1995 ingresó en el Cuerpo de los Mossos. Ha desarrollado su trayectoria profesional dentro de la policía judicial, en grupos como el de Homicidios, Salud Pública o Delitos contra el Patrimonio. Desde siempre su gran pasión ha sido la práctica deportiva, no en vano es un atleta multipremiado. Debutó como escritor en 2013 con La Ira del Fénix (Círculo Rojo), (Playa de Ákaba, 2014), a la que seguiría La penitencia del alfil (Alrevés, 2015). Estas dos novelas pertenecen a la saga del sargento de la brigada de Homicidios de Barcelona, Xavier Masip. En su tercera obra Ful (Alrevés, 2016), el foco gira 180 grados para contar la historia desde el punto de vista del delincuente.

-Complete la frase: «Los festivales de novela negra…»
Son un canto a la cultura y una fuente constante de denuncia social. Alabados sean…

¿Qué libro impregnaría con gasolina para que ardiera bien?
Ostras, que pregunta más incómoda. Le pego fuego a unos cuantos que se apuntan al género negro por moda y sin fundamento alguno o a los que cogen el tren, por decir algo, que luego hay malos entendidos.

-¿Qué le produce vergüenza ajena?
Algún/a autor/a que se autopublicita de manera exasperante hasta la saciedad.

-¿Qué es para usted una musa?
En mi caso, creo que una tontería como otra, pero respeto a los que las buscan. ¡Buena caza, compañeros!

-¿Cuántas novelas acabadas o inacabadas tiene en el cajón?
Ahora mismo, tres. Una acabada que verá la luz en 2017 y dos en proceso.

-¿Cómo fue el momento en que decidió ser escritor?
Creo que sigo preguntándome si realmente lo soy. Más bien, novelista novato. La palabra escritor, aunque sí, alguna vez la he usado, me produce un profundo respeto. Hace cinco años me planteé que podía escribir una historia que podría interesar a algunos lectores. Y aquí estoy.

-¿Cómo valora el creciente papel de las redes sociales a la hora de dar a conocer una novela?
Pues que o te subes al carro, sin agobiar al personal, o te pierdes una buena forma de establecer contacto con los lectores.

-¿Cree que la tribu literaria se ha aburguesado y vive menos polémicas que hace unas décadas?
No sé por Valencia, pero por aquí que tenemos a más de un iluminado, tenemos unas cuantas, casi siempre en redes sociales, claro. A nivel nacional, supongo que la de los géneros es recurrente, y a mi modo de ver, cansina.

Me producen vergüenza ajena algunos autores que se autopublicitan hasta la saciedad

-¿Cómo definiría el estado del mercado literario actual?
Cada vez se publica más y peor, pero aquí cada uno tiene su punto de vista y todos son respetables.

-¿Qué género o géneros no se cree capaz de abordar en una novela?
Pues de momento, el erótico-romántico-empalagoso, pero como sigan con el intrusismo en el negro igual me animo, oye.

-¿Ha tenido sexo alguna vez gracias a sus novelas? ¿Cómo fue?
Hombre, si esto me hubiera pillado con veinte años menos y soltero, puede que algo hubiera caído. En mi caso, no. Pero dicen, cuentan, comentan que algo hay. No me tires de la lengua.

-¿Prefiere vender cien mil ejemplares de una novela mediocre o mil de una gran obra alabada por la crítica?
No seré hipócrita, si pudiera vender cien mil, supongo que lo haría porque yo a conciencia jamás publicaría una novela mediocre. Los que tenemos poco recorrido, no nos lo podemos permitir. Esas ventas quizá me darían pie a un público más amplio para mi siguiente novela. Y sinceramente a veces la crítica precisamente lo que alaba es a muchas novelas mediocres. El que tiene una buena novela, con suerte, acaba vendiendo bien. Sería un debate interesante para las grandes editoriales que son los que impulsan las mediocres y también las buenas novelas, en esas cifras. Pero preguntad eso a una editorial pequeña que apenas vende esos mil de cada novela y no sabe cómo llegará a fin de mes.

-¿Qué es lo más extraño que ha hecho para documentar o preparar una novela?
Hasta ahora no me he documentado fuera de mis conocimientos, pero sí os puedo avanzar que me estoy sometiendo a un entrenamiento deportivo riguroso para poder pasar un día de trabajo con el Grupo Especial de Intervenciones de los Mossos d’Esquadra. Con nuestros SWATS, vaya. Tengo en mente un personaje y me hace falta un poco de aventura. Os contaré si salgo de una pieza.

-¿Considera necesario desnudarse para poder ofrecer al público una buena novela?
Por supuesto. Yo hasta que no salí en el Interviú en pelota picada, no encontré editor. Estos de Alrevés, ya se sabe.

-¿Cree legítimo estimularse con alcohol o drogas para escribir?
Yo no lo hago, de hecho no he bebido alcohol en mi vida, pero claro, en esta pregunta voy a ser el rarito del gremio. Cada cual con su método, supongo. Yo siempre digo, cuidado con las drogas. Y si no, que se lo pregunten a Ful.

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